«A veces los vecinos se desconocen. Con las ciudades sucede como en los inmuebles, que el vecino del sexto no sabe nada del vecino del primero. Esto no es cuestión solo de alcaldes, sino de geografía. Siempre ha habido muchos bilbaínos que van a Cantabria, santanderinos que viajan a Bilbao y familias que han mantenido intercomunicadas a las ciudades. Pero lo estable no ha existido. Lo que hace falta ahora es mirar al futuro y no sacar a cuento el pasado cada dos por tres. Es preciso colaborar, conocernos mutuamente y santanderinos y bilbaínos tirar hacia adelante, avanzar y llevarnos bien si es posible«, dice Iñaki Azcuna, alcalde de Bilbao, en una entrevista publicada en El Diario Montañés, tras la firma de un acuerdo de colaboración con Iñigo de la Serna, alcalde de Santander, por el cual se impulsarán las relaciones culturales, turísticas y empresariales entre ambas ciudades.
Parece que esta vez, los vecinos han coincidido en el ascensor y se han caído bien. La buena sintonía entre ambos alcaldes acaba así con una absurda relación silenciosa entre dos ciudades separadas por tan sólo 90 kilómetros, dos capitales que durante demasiados años se han dado la espalda, se han obviado, e incluso me atrevo a decir que no han dudado en hacerse la zancadilla cuando la ocasión lo ha requerido.
Me alegra personalmente este impulso a las relaciones entre mi ciudad y la que me ha acogido durante bastantes años. Comparaciones aparte, Santander y Bilbao son ciudades lo suficientemente diferentes como para complementarse perfectamente en muchos aspectos, pues es precisamente ésto lo que hemos hecho los habitantes de ambas a lo largo de la historia.
Al margen de la unión para afianzarse dentro del llamado Arco Atlántico Europeo, -una de esas alianzas que no suelo entender-, me encanta la idea de las posibles colaboraciones a nivel cultural y de ocio que podrían surgir y de las que ya se empieza a hablar: actividades conjuntas entre el Museo de Bellas Artes de Bilbao y el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander, Bilborock y Escenario Santander, Festival de Cine Zinebi – Filmoteca de Cantabria, etc…
Parece que la unión institucional está en marcha… pero: ¿Qué piensan santanderinos y bilbaínos? ¿Haremos caso a Azcuna y ‘nos llevaremos bien’ para aprovechar lo que nos ofrezca esta unión, sin prejuicios que nos impidan disfrutarlo? ¿Pasaremos de Ikea para adentrarnos en esa ciudad moderna en la que la gente vive la calle, el ocio y la cultura con un fervor admirable? ¿Aprovecharán los bilbaínos sus estancias en Laredo, Noja, etc. para acercarse a la capital cántabra y disfrutar de las nuevas oportunidades culturales y de ocio que brotan como nunca en esta ciudad?…¡Ojalá!